martes, 16 de septiembre de 2014

Sabah Tea Garden. Un paraíso dentro de otro.


En mi viaje por Malasia tuve la estupenda oportunidad de conocer al único Tea Garden en la isla de Borneo, Sabah Tea Garden. Ubicada al norte del estado de Sabah, sobre unas colinas que rodean el Monte Kinabalu de 4095 metros de altitud y en pleno Parque Nacional protegido y declarado patrimonio de la humanidad desde el 2000, se extiende esta plantación privilegiada de 2.480 hectáreas 100% libre de pesticidas y orgánica en completa armonía con la extensa y paradisíaca naturaleza que la rodea. Pude hospedarme en su resort y compartir dos días gracias a mis amigos que fueron los que me organizaron el paseo. (¡Mil gracias Susana!)

Las sensaciones son tantas, los aromas, el entorno, el paisaje, la comida, las excursiones, todo lo tienen pensado para que puedas disfrutar de una estancia rodeado de esta plantación de té única en el mundo por muchas razones.

No sólo pude conocer la plantación, todo el proceso fuera y dentro de su fábrica sino también fui invitado a catar el producto del día.

Puedo asegurar que su producto final no tiene nada que envidiar a otros de renombre. Poco o nada astringente tánico, sedoso en boca y un suave aroma desprende la taza que ahora mismo estoy tomando mientras escribo esta entrada.


Gracias a mi amiga Susana, que me concertó una entrevista con Ismail Martin Kong Abdullah, General Manager, responsable del Resort y la plantación, tuve la oportunidad de conocer más detalles que quiero compartir con ustedes. Agradezco también al señor Kong Abdullah todo el material fotográfico, visual y escrito que me obsequió.

La plantación cuenta con 35 años de historia. Comenzó como un proyecto socio económico para la región. Desde 1997 pertenece a  Yee Lee Group. Una corporación muy comprometida con el medio ambiente y la integridad antes que los beneficios.

Sólo producen Té negro. Han probado realizar té verde pero debido a la baja altitud de la plantación (700 metros sobre el nivel del mar), no logran uno de alta calidad. También lo han intentado con el Oolong, pero dado el largo y costoso proceso y al no conseguir mano de obra especializada en la zona, lo han descartado por el momento.

El Té es 100% libre de pesticidas debido a que no hay plagas de la Camellia en la zona y al método que utilizan para abonar las tierras. El compost es íntegramente desperdicios del proceso de manufacturación del Té. La propia biodiversidad de esta selva de 130 millones de años de antigüedad hace el trabajo por ellos. Gracias a eso es una de las pocas plantaciones de té en el mundo con el certificado orgánico de SKAL de Holanda.

Húmedo, mucho sol constante y sin cambios bruscos de temperatura, el clima hace el resto, logrando así ese particular sabor y suave aroma de este magnífico té, logrando como ellos dicen, una cosecha de primavera casi todo el año.

Utilizan Camellia Sinensis y Asámica en su blend. (No pude saber porcentajes)

Cuentan con 150 trabajadores, muchos de ellos viven en la misma plantación.

La media de producción es de 3 a 5 toneladas diarias. La mayoría de la producción es para consumo en Malasia. Menos del 20% sale a China y Reino Unido. En el resto de Europa no es fácil de conseguir debido a los lobbies de las grandes corporaciones, principalmente las de Hamburgo, Alemania.


Deseo que pronto puedan encontrar la manera de llegar al consumidor occidental. Se nota el esfuerzo que ponen por lograr un Té, que a mi entender está entre los mejores que he probado, sólo espero que mis reservas aguanten hasta mi próxima visita a ese paraíso que sin duda repetiré, mis sentidos se lo merecen y cuentan con mi recomendación plena para aquellos que puedan tener el placer de visitarles.

Les dejo un video promocional para que lo conozcan.


viernes, 5 de septiembre de 2014

Huevos cocidos en Té


¿Té negro salado? En Shanghai he probado algo que realmente me sorprendió de buen grado. Los huevos cocidos en té negro.

No sólo el sabor es sorprendente, también lo es el tono marmolado que toman al ser cocidos de esta manera.

Primero se cuece el huevo en agua, como siempre, pero a los 3 minutos del hervor se los retira, se les dan unos golpes con una cuchara para quebrar un poco toda la cáscara, sin quitarla y se le agrega al agua salsa de soja, té negro o Pu-Erh, anís estrellado, pimienta, algo de canela y jengibre.

Se los deja cocer por unos 5 minutos más y se apaga el fuego. Dejándolos en la infusión unos minutos más hasta que se entibien.

Luego al pelarlos te encontrarás con el efecto marmolado y un estupendo sabor.
Generalmente los verás en los puestos callejeros en China, los comen a todas horas, pero con preferencia por la mañana en el desayuno.


¿Se animan a probarlos?